Consumir altas cantidades de carne roja incrementa hasta en 20% el riesgo de morir prematuramente por cáncer o enfermedad cardiovascular

La carne roja contiene grasas procesadas, sal y agentes carcinógenos que se forman al cocerla

Los científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, encontraron que el consumo de carne roja es responsable de casi una de cada 10 muertes que ocurren prematuramente.

Y agregan que debe reducirse a la mitad el límite recomendado actualmente de consumo de carne diario.

El estudio también encontró que sustituir este producto por fuentes más sanas de proteína, como pescado, pollo o frutos secos, conduce a una disminución en el riesgo de muerte.

La investigación, que aparece publicada en Archives of Internal Medicine (Archivos de Medicina Interna), es una de las más amplias que se han realizado sobre el vínculo entre mortalidad y carne roja.

El estudio realizó un seguimiento de más de 120.000 hombres y mujeres durante 28 años en Estados Unidos.

La investigación siguió a 37.698 hombres entre 1986 y 2008 y a 83.644 mujeres entre 1980 y 2008.

Durante el periodo de estudio los participantes respondieron cuestionarios sobre sus hábitos alimenticios cada cuatro años y al final se documentaron casi 24.000 muertes, de las cuales unas 6.000 fueron por enfermedad cardiovascular y unas 9.500 por cáncer.

Al comparar los resultados los científicos encontraron que las personas que consumían una porción de carne roja no procesada cada día mostraron un incremento de 13% en el riesgo de morir prematuramente por cualquier causa.

El riesgo de morir por enfermedad cardiovascular fue de 18% y el de morir por cáncer de 13%.

Entre las personas que consumían una porción diaria de carne roja procesada -el equivalente a una salchicha o dos rebanadas de tocino- el riesgo fue aún mayor: 20% más probabilidad de morir prematuramente por cualquier causa, 21% de morir por enfermedad cardiovascular y 16% de morir por cáncer.

Evidencia «clara»

«Nuestro estudio apoya la evidencia de los riesgos a la salud por consumir altas cantidades de carne roja, la cual ya ha sido vinculada en otros estudios a diabetes tipo 2, enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular y algunos tipos de cáncer» expresa el doctor An Pan, quien dirigió el estudio.

Tal como explica el investigador, la carne roja, y especialmente la procesada, contiene ingredientes que ya han sido asociados a un mayor riesgo de enfermedades crónicas como las cardiovasculares y el cáncer.

Éstos incluyen grasas saturadas, sal, hemoproteínas de hierro, nitritos y ciertos agentes carcinógenos que se forman durante el proceso de cocimiento.

La grasa saturada y la sal que contienen estos productos incrementan el riesgo de hipertensión, el cual es un factor de riesgo bien conocido de enfermedad cardiovascular.

El estudio, sin embargo, también mostró que las personas que reemplazaron una porción de carne roja con una fuente sana de proteínas mostraron un menor riesgo de mortalidad prematura.

Entre los que consumían pescado se vio una reducción de 7% en el riesgo de morir prematuramente, los que comían pollo tuvieron 14% menos riesgo, los frutos secos de cáscara redujo 19% el riesgo, las legumbres 10%, los productos lácteos bajos en grasa 10% y los granos integrales 14%.

Las recomendaciones de las autoridades de salud en muchos países establecen limitar el consumo de carne roja a 70 gramos al día (unos dos filetes regulares a la semana).

Pero el nuevo estudio sugiere que esa cantidad es «generosa» y si el consumo de carne se limita a 42 gramos al día (el equivalente a un filete grande a la semana) se podrían salvar muchas vidas.

Tal como expresa el doctor Frank Hu, otro de los investigadores, «en el estudio calculamos que 9,3% de las muertes totales de hombres y 7.6% de las de mujeres hubieran podido prevenirse si los participantes hubieran consumido menos de 0,5 de la porción diaria de carne roja que comieron durante el período de investigación».

«La conclusión es que la carne roja debe ser un alimento ocasional en nuestra dieta y no debe formar parte regular de ésta».

«Nuestro estudio muestra evidencia clara de que el consumo regular de carne roja, especialmente carne procesada, contribuye sustancialmente a una muerte prematura».

«Por otra parte, elegir fuentes más sanas de proteína en lugar de carne roja puede ofrece beneficios importantes para la salud reduciendo la enfermedad crónica y la morbilidad y mortalidad» agrega el científico.

 

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