Por: José Infante Ferrucho
Pruebas en ratones mostraron que la reducción de los niveles excesivos de los ácidos disminuían los problemas de memoria de los animales y sus cambios de comportamiento.
En el estudio, publicado en la revista Nature Neuroscience, el equipo dijo que los niveles de ácido pueden ser controlados a través de dietas o de medicamentos.
Científicos del Instituto de Enfermedades Neurológicas de Gladstone y de la Universidad de California observaron los ácidos grasos en los cerebros de los ratones normales y los compararon con los de los ratones genéticamente programados para tener una condición similar a la de Alzheimer.
Identificaron elevados niveles de un ácido graso llamado Ácido araquidónico en los cerebros de los ratones con Alzheimer.
Los ácidos grasos Omega 6, derivados de nueces, huevos y aceites vegetales, se convierten en el cuerpo en Ácido araquidónico, tradicionalmente considerado bueno en cantidades bajas, pero en altas cantidades conduce a la esclerosis arterial.
Su producción es controlada por la enzima PLA2.
Luego los científicos usaron otra vez ingeniería genética para reducir los niveles de PLA2 en los animales y hallaron que incluso hasta una reducción parcial frenaba el deterioro de la memoria.
El doctor René Sánchez Mejía, que trabajó en el estudio, dijo: «El cambio más sorprendente que descubrimos en los ratones con Alzheimer fue un aumento del Ácido araquidónico y metabolitos relacionados en los hipocampos (parte del cerebro situado en el lóbulo temporal), un centro de la memoria que es afectado temprana y severamente por el Alzheimer».
El doctor sugirió que demasiado Ácido araquidónico podría estimular excesivamente las células cerebrales, y que reduciendo su nivel les permitiría funcionar normalmente.
El doctor Lennart Mucke, que lideró la investigación, agregó: «En general, los niveles de ácidos grasos pueden ser regulados con dietas o medicamentos».
«Nuestros resultados tienen repercusiones terapéuticas importantes porque sugieren que la inhibición de la actividad del PLA2 podría ayudar a prevenir las discapacidades neurológicas en la enfermedad de Alzheimer», agregó.
Pero indicó que se necesita realizar muchas más investigaciones antes de probar esta terapia en los seres humanos.