¿Sabía usted que entre más años tenemos menos sed sentimos?

images (1)El agua es un nutrimento indispensable que cumple con funciones importantes en el organismo, por ello es esencial en todas las etapas de la vida.

Pero al envejecer, el cuerpo experimenta cambios fisiológicos, sicológicos y físicos que comprometen una adecuada ingesta de este vital líquido.

Con el paso de los años, el contenido total de agua en el cuerpo disminuye aproximadamente en 60% en adultos y 50% en personas mayores.  De igual forma, a mayor edad los mecanismos que contribuyen al balance del agua que se consume y que debe eliminarse, se vuelven menos eficientes, por lo tanto es otro factor que provoca un aumento en el riesgo de deshidratación, lo que se convierte en un padecimiento frecuente en adultos mayores.

Algunos síntomas que las personas mayores pueden tener cuando están deshidratadas son: boca seca y pegajosa, debilidad muscular, dolor de cabeza y/o cansancio, entre otros.

Retos para el correcto consumo de agua

Las personas mayores pueden enfrentarse con diversos retos para hidratarse diariamente, por ejemplo:

Sienten menos sed. La sensación de sed va disminuyendo y los riñones bajan su capacidad para concentrar la orina.

En algunos casos, ya no pueden moverse y desplazarse con facilidad.

Pueden tener problemas visuales, trastornos alimenticios y/o alteraciones cognitivas, entre otros.

Por ello es muy importante que estén bien hidratados para que el cuerpo funcione adecuadamente y para mantener una buena salud. Algunos de los beneficios de tomar agua en esta etapa son:

Mejora la memoria

El cerebro está constituido en dos terceras partes por líquidos, por lo que una correcta hidratación puede ayudar a los adultos mayores a tener mayor concentración, mejorar la memoria a corto plazo y sentirse más activos.

Ayuda a mantener el peso

La ingesta de agua pura, acompañada de una rutina de ejercicio y dieta balanceada que contenga frutas y verduras, así como los otros grupos de alimentos, son fundamentales para mantener un peso adecuado.

¿Cómo ayudamos a los mayores a mantenerse hidratados?

Establecer ocho momentos específicos que les sean fáciles de recordar, por ejemplo:

En el desayuno, en el lunch, al salir a caminar (llevarse botella de agua), a la hora de la comida, con una taza de café, conviviendo con la familia por la tarde, durante la cena y antes de dormir.

Prestar atención a la calidad de líquidos que beben, pues el agua es el líquido más recomendado en personas sanas por lo que debe representar la mayor parte del consumo, sin embargo la leche, los jugos de fruta naturales con moderación y las sopas no saladas, son nutritivas y pueden aportar variedad al tratar de garantizar una ingesta de líquidos adecuada.

Ten en cuenta que la cantidad de agua que deben consumir las personas mayores para estar bien hidratados es de aproximadamente 2 litros al día, pero considera que los requerimientos diarios son individuales porque depende de diferentes factores como: peso, edad, sexo, tipo de dieta, clima, estado de salud, lugar donde viva, etc.

Es fundamental que como familia nos cuidemos y no perdamos de vista a las personas mayores. Por ello procura ofrecer líquidos de forma regular, inténtalo colocando agua cerca de donde ellos estén y poniéndola en lugares accesibles.

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